miércoles, 25 de enero de 2012

al final las cosas volvieron a terminar como siempre conmigo...

terminaron convirtiéndose en mierda.
ya sé para dónde va esto.
lo pude ver.
no creo que sea algo más importante para hablar.
y no estoy dispuesta a pasar por lo mismo otra vez.
no.
dimelo ahora y chao.
se acabó.

viernes, 6 de enero de 2012

champagne supernova feat the only exception y el sonido del chat de messenger.

Me gusta el sonido que hacen las hojas de los árboles cuando las choca el viento.
Son tantas juntas.
Es suave.
Me agrada mirar por la ventana ese cielo nublado y frío.
Es extraño pensar en esos tiempos.
Es placentero el clima de canción.
Podría cerrar los ojos y escuchar.
Tengo que respirar.
Si pudiera vivir sin el aire, dejaría de hacerlo.
No me gusta cuando los suspiros se te van.
Es como perder un aliento de vida.
Me gustaría estar ahí, con alpargatas.
Me agradaría sacarme las alpargatas y caminar por el pasto como una persona no convencional.
Sería feliz de que cayeran pelusas.
No las aproveché este año.
Me arrepiento de no haber aprovechado más la media.
Ojalá el tiempo fuera eterno.
Podríamos elegir qué momentos multiplicar por mil.
Odio que las personas cambien.
Detesto que las cosas no sean como se espera que sean.

lunes, 2 de enero de 2012

la tere.

Al final ella tenía razón, y un nuevo año no es más que una división culiá hipócrita para "cambiar el pensamiento" y creer que nuestra vida será más perfecta.
Llevamos dos días de 2012 y siento que seguirá siendo la misma mierda.
Nada cambiará mi 2011 con tantas emociones juntas. Buenas y malas pero que al final fueron la raja.
Odio la emotividad del ser humano, odio llorar, odio ver a la gente llorar y mucho más llorar por mi.
Odio tener que seguir tus órdenes, al fin y al cabo erís un ser humano igual que yo, no sé por qué te escucho.
Odio que por primera vez una canción haya sido soundtrack, y más aún siendo tan triste.
Mi vida es así, me dijeron que soy buena hija y pensé en ciertos capítulos de mi vida que me dan razones para pensar que soy una mierda (pero no tan mierda según mi mamá).
Un todo hace la diferencia. A veces nada hace la diferencia.
Voy a empezar a vivir sin preocuparme por las fracciones de tiempo para organizarlo mejor. Sin hacer una diferencia mística entre meses y años. Al final todo es 24 horas, que se repiten y repiten. Es así para no tener que decir que son las 1233498 horas. Eso es todo. Una vez más, ella tenía razón. No es amargá, es honesta.